segunda-feira, 30 de maio de 2016

Eugenio Montale, poeta.....

BARCAS SOBRE EL MARNE
Felicidad del corcho abandonado
a la corriente
que diluye a su alrededor los puentes reflejados
y el plenilunio pálido en el sol:
barcas en el río, ágiles bajo el verano
y un murmullo estancado de ciudad.
Ves a un tiempo los remos y el prado, si el cazador
de mariposas arriba con su red,
la arboleda sobre el muro donde la sangre
de drago se repite en el cinabrio.
Voces sobre el río, estampidos en las orillas,
o rítmico escandir de piraguas
en el ocaso que se filtra
entre las copas de los nogales, mas donde está
la lenta procesión de estaciones
que fue un alba infinita y sin caminos,
dónde la larga espera, cuál es el nombre
del vacío que nos invade.
El sueño es éste: un vasto,
un infinito día que refunde,
entre los diques, casi inmóvil, su resplandor,
y en cada recodo el buen trabajo del hombre,
el mañana velado que no horroriza.
Y otro era el sueño aún, mas su reflejo
inmóvil sobre el agua que huía, bajo el nido
del pendulino, aéreo e inaccesible,
era silencio altísimo en el grito
acorde del mediodía y una mañana
más larga era la tarde; el gran fermento
era vasto reposo.
Aquí…el color
que resiste es el de la rata que ha saltado
entre los juncos o, con su rociada de metal
venenoso, del estornino que desaparece
entre los vapores de la orilla.
Un día más,
repites. Oh, ¿qué repites? ¿Y adónde lleva
esta boca que hormiguea en un chorro
solo?
La tarde es ésta. Ahora podemos
bajar hasta que la Osa se ilumine.
(Barcas dominicales sobre el Marne, en carrera
en el día de tu fiesta.)
EUGENIO MONTALE (Génova, 12.10.1896 – Milán, 12.09 1981), traducción de Horacio Armani

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