segunda-feira, 31 de agosto de 2020

Derek Walcott

Las gaviotas discuten con el rocío de las olas

Las gaviotas discuten con el rocío de las olas, mientras los rabihorcados
hacen círculos durante horas, en un batir de alas, alrededor del arrecife
donde un pontón se oxida. Un año ha finalizado sus tormentas, y los hombres
llenos de miedo han escudado las vidas como faroles de sus ventoleras,
o caído juntos en hogueras. Pero ahora se abren espacios azules como
hendiduras en el humo, los pájaros se pliegan en grietas de rocas
cuya arena ha sido rastrillada de huellas. La mar,
que se precia de que ningún hombre la marque,
aún ofrece tales lugares para la pluma egoísta,
y la isla de coral del cerebro tiene lugares donde la república
del pólipo fue construida para nosotros -cuevas hipnotizadas
que se agitan con la luz de la ola, jaras que blanquean
con indiferencia creciente madera flotante o barcos que se fueron a pique.
Tras un año podrías llamar guerra a la conmoción
de los bancos de arena cañoneados por las olas,
y los robos a pico armado que las gaviotas practican entre sí
porque todo es en honor del dios gaviota. Pero hay islotes donde nuestra
sombra es anónima, con pececillos cuya similitud se nos
escapa mientras la cadena del ancla matraquea desde la proa.


William Blake

El tigre

Tigre, tigre, que te enciendes en luz
por los bosques de la noche
¿qué mano inmortal, qué ojo
pudo idear tu terrible simetría?

¿En qué profundidades distantes,
en qué cielos ardió el fuego de tus ojos?
¿Con qué alas osó elevarse?
¿Qué mano osó tomar ese fuego?

¿Y qué hombro, y qué arte
pudo tejer la nervadura de tu corazón?
Y al comenzar los latidos de tu corazón,
¿qué mano terrible? ¿Qué terribles pies?

¿Qué martillo? ¿Qué cadena?
¿En qué horno se templó tu cerebro?
¿En qué yunque?
¿Qué tremendas garras osaron
sus mortales terrores dominar?

Cuando las estrellas arrojaron sus lanzas
y bañaron los cielos con sus lágrimas
¿sonrió al ver su obra?
¿Quien hizo al cordero fue quien te hizo?

Tigre, tigre, que te enciendes en luz,
por los bosques de la noche
¿qué mano inmortal, qué ojo
osó idear tu terrible simetría?

sexta-feira, 14 de agosto de 2020

Ahmad Shamlou.........poeta iraní.....

Mohsen Emadi


En este callejón sin salida
(Versiones de Antonio Gamoneda basada en las de Clara Jánes)

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Buscan en tu boca por si hubieras dicho: te amo.
Buscan en tu corazón 
     es un tiempo extraño, amigo mío.
Al amor 
le dan latigazos 
junto a los postes del camino. 

      Hay que esconder el amor en el rincón más oculto de la casa.

En este callejón serpenteante y frío 
mantienen el fuego con los leños de la poesía y de la canción. 
No te arriesgues a pensar,
es un tiempo extraño, amigo mío.
El que de noche llama a la puerta 
ha venido a matar al farol en su llama.

Hay que esconder la luz en el rincón más oculto de la casa.

Alto, ahí están los carniceros dominando los caminos 
con una tabla y un machete ensangrentado;
        es un tiempo extraño, amigo mío.
Van a cicatrizar la sonrisa de los labios y las canciones de la boca.

Hay que esconder la alegría en el rincón más oculto de la casa.

Un pincho de carne de canario sobre el fuego de azucena y jacinto.
                            Es un tiempo extraño, amigo mío.

Satán, ebrio de victoria, está celebrando en la mesa nuestro llanto.
Hay que esconder a Dios en el rincón más oculto de la casa.

 

sexta-feira, 24 de julho de 2020

Así salimos de vacaciones......


Los libros son mis mejores amigos, junto a los que me leen claro, pero en ellos descubre universos y la sangre viva y limpia de la humanidad..
l.

quarta-feira, 22 de julho de 2020

William Blake




La primavera

¡Que resuene el flautín
que ahora está callado!
Delicia de las aves
de día y de noche;
el ruiseñor
en la quebrada,
la alondra en el cielo,
festivamente,
festivamente, festivamente,
para darle la bienvenida al año.

El muchachito,
repleto de gozo;
la muchachita,
dulce y diminuta;
el gallo canta
como tú lo haces;
voz alborozada,
barullo infantil,
jubilosamente,
jubilosamente,
para darle la bienvenida al año.

Corderito,
aquí estoy;
acércate y lame
mi blanco cuello;
deja que tironee
tu lanilla suave;
déjame besar
tu suave rostro:
jubilosamente,
jubilosamente,
para darle la bienvenida al año





segunda-feira, 20 de julho de 2020

Chantal Maillard

La seriedad es una variante del olvido: nos ayuda a ser otro,
a construir distancias, a creer que la piel es un límite.

domingo, 12 de julho de 2020

Claro que no somos una pompa fúnebre

Claro que no somos una pompa fúnebre,
a pesar de todas las lágrimas tragadas
estamos con la alegría de construir lo nuevo
y gozamos del día, de la noche
y hasta del cansancio
y recogemos risa en el viento alto.
      
Usamos el derecho a la alegría,
a encontrar el amor
en la tierra lejana
y sentirnos dichosos
por haber hallado compañero
y compartir el pan, el dolor y la cama.
      
Aunque nacimos para ser felices
nos vemos rodeado de tristeza y vainas,
de muertes y escondites forzados.
      
Huyendo como prófugos
vemos como nos nacen arrugas en la frente
y nos volvemos serios,
pero siempre por siempre
nos persigue la risa
amarrada también a los talones
y sabemos tirarnos una buena carcajada
y ser felices en la noche más honda y más cerrada
      
porque estamos construidos de una gran esperanza,
de un gran optimismo que nos lleva alcanzados
y andamos la victoria colgándonos del cuello,
sonando su cencerro cada vez más sonoro
y sabemos que nada puede pasar que nos detenga
porque somos semillas       
y habitación de una sonrisa íntima
que explotará
ya pronto
en las caras
de todos.

Gioconda Belli

terça-feira, 23 de junho de 2020

Hector Viel Temperley

EL NADADOR
Soy el nadador, Señor, soy el hombre que nada.
Soy el hombre que quiere ser aguada
para beber tus lluvias
con la piel de su pecho.
Soy el nadador, Señor, bota sin pierna bajo el cielo
para tus lluvias mansas,
para tus fuertes lluvias,
para todas tus aguas.
Las aguas como lonjas de una piel infinita,
las aguas libres y las de los lagos,
que no son más que cielos arrastrados
por tus caídos ángeles.
Soy el nadador, Señor, soy el hombre que nada.
Tuyo es mi cuerpo, que hasta en las más bajas
aguas de los arroyos
se sostiene vibrante,
como en medio del aire.
Mi cuerpo que se hunde
en transparentes ríos
y va soltando en ellos
su aliento, lentamente,
dándoselo a aspirar
a la corriente.
Soy el nadador, Señor, soy el hombre que nada
hasta las lluvias
de su infancia,
que a las tardes crecían
entre sus piernas salpicadas
como alto y limpio pajonal que aislaba
las casonas
y desde sus paredes
celestes se ensanchaba.
Soy el nadador, Señor, soy el hombre que nada
por las memorias de las aguas
hasta donde su pecho
recuerda las pisadas,
como marcas de luz, de tus sandalias.
Y recuerda los días cuando el cielo
rodaba hasta los ríos como un viento
y hacia al agua tan azul que el hombre
entraba en ella y respiraba.
Soy el hombre que nada hasta los cielos
con sus largas miradas.
Soy el nadador, Señor, sólo el hombre que nada.
Gracias doy a tus aguas porque en ellas
mis brazos todavía
hacen ruidos de alas

terça-feira, 2 de junho de 2020

José Watanabe.......


EL KIMONO
Mi padre y mi madre eran sombras dispares
que ahora, muertas, acaso se encuentran más.
Yo recuerdo: él le regaló un kimono
y ella lloró en silencio
porque una gracia así
no concordaba
con su amor tan austero. 
En la espalda del kimono
saltaba un salmón rojo.
Sobre los hombros de mi madre, el pez
parecía subir por la cascada de sus cabellos,
hermosísimos y azulados cabellos
de mestiza:
Una bella imagen que ella no podía ver.
Dígasela usted, padre,
para que deje de llorar.
JOSE WATANABE (Laredo, Perú 17 de marzo de1945 – Lima, Perú 25 de abril de 2007).

domingo, 31 de maio de 2020

Rubens y Tiziano

https://aldiapormer.wordpress.com/2018/04/26/adan-y-eva-de-tiziano-y-la-copia-de-rubens/

Tiziano

Rubens

quarta-feira, 20 de maio de 2020

Emil Cioran

Mi misión es matar el tiempo, y la del tiempo es matarme a mí. ¡Qué cómodo se encuentra uno entre asesinos!" Emil Cioran

quarta-feira, 6 de maio de 2020

Manuel J. Castilla, maestro sáltelo, héroe de nuestro corazón......


Gente en los sueños
Los sueños tienen gente.
y uno, dormido, es como una casa
que de golpe se llena de personas.

Hay veces que ellas y uno, todos, caminamos y hablamos
y nos oímos apenas como si conversáramos desde lejos.

Uno habla con los amigos muertos.

Y cuando se recuerda
se hunde en un espejo, de espaldas,
las manos llenas de ademanes vacíos.
Y un día brillante queda lejos y solo.
Niño dormido en un mercado
He visto un niño colgado del techo de un mercado
en Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia.
Dormía en su cuna de lona
entre el chillido verde tierno y hediondo de los monos,
entre ramos de acelgas arrugados,
entre los mágicos y desnudos cuerpos humanos de las zanahorias
junto al hebroso y blanco de las mandiocas
Ahora lo recuerdo
su sueño me quema todavía
con la leche apurada que le daba su madre,
con el pico crepuscular de los tucanes
que lo hubieran tragado como un tamarindo.
El niño era una semilla preñándose en la lluvia
sin saber si iba a ser una flor o una lechuga.
(De Triste de la lluvia, 1977)

terça-feira, 5 de maio de 2020

Ezra Pound......loco pero no tanto.....

Y los días no son tan plenos 
 y las noches no son tan plenas 
 y la vida se desliza como un ratón de campo 
  sin agitar la hierba


domingo, 2 de fevereiro de 2020

Aleksandr Pushkin, amado poeta ruso.......



EL CABALLERO POBRE

(poema)

Aleksandr Pushkin (1799-1837)

 
Era un pobre caballero
silencioso, sencillo,
de rostro severo y pálido,
de alma osada y franca.
Tuvo una visión,
una visión maravillosa
que grabó en su corazón
una impresión profunda.
Desde entonces le ardía el corazón;
apartaba sus ojos de las mujeres,
y ya hasta la tumba
no volvió a hablar a ninguna.
Púsose un rosario al cuello,
como una insignia,
y jamás levantó ante nadie
la visera de acero de su casco.
Lleno de un puro amor,
fiel a su dulce visión, escribió con su sangre
A.M.D. sobre su escudo.
Y en los desiertos de Palestina,
mientras que entre las rocas
los paladines corrían al combate
invocando el nombre de su dama,
él gritaba con exaltación feroz:
Lumen coeli, sancta Rosa!
Y como el rayo, su ímpetu
fulminaba a los musulmanes.
De regreso a su castillo lejano,
vivió severamente como un recluso,
siempre silencioso, siempre triste,
muriendo por fin demente.